Corrupción: La corrupción es un problema persistente en la gestión de las finanzas públicas del Perú, y puede manifestarse en diferentes formas, como la malversación de fondos, el soborno y el nepotismo. La corrupción puede afectar negativamente la eficiencia y transparencia en la gestión de los recursos públicos, y limitar el acceso a servicios y bienes públicos de calidad.
Debilidad en la fiscalización y control: A pesar de la existencia de diversos órganos encargados de la fiscalización y control de la gestión pública, como la Contraloría General de la República, aún se evidencia debilidad en la fiscalización y control de las entidades públicas. Esto puede dificultar la detección y sanción de actos de corrupción, y limitar la rendición de cuentas y transparencia en la gestión de los recursos públicos.
Falta de capacitación y actualización: En algunos casos, los profesionales involucrados en la gestión pública pueden carecer de capacitación y actualización constante en temas contables, fiscales y financieros. Esto puede limitar la eficiencia y calidad en la gestión de los recursos públicos, y dificultar la implementación adecuada de las normas y estándares contables.
Necesidad de mejorar la planificación y gestión del gasto público: A pesar de los avances en la planificación y gestión del gasto público en el Perú, aún existen desafíos en la definición de prioridades y en la eficiencia y eficacia en la ejecución del gasto público. Esto puede limitar el impacto de las políticas y programas públicos en la mejora de la calidad de vida de la población.
En resumen, la gestión de las finanzas públicas del Perú enfrenta diversos desafíos que requieren acciones concretas para mejorar la eficiencia, transparencia y rendición de cuentas en la gestión de los recursos públicos.
